Yo recuerdo que leí hace mucho tiempo a la finalista del Premio Planeta del año 96, así que fácilmente puede que haga 10 años desde que leyera mi primer y último libro hasta el momento de Zoé Valdés. De ese libro, "Te dí la vida entera", tenía un grato recuerdo, y por ende tenía la idea de que cualquier otro libro de la escritora me gustaría.
Zoé Valdés es una escritora que se caracteriza por su "cubanismo" es decir, por su amor a su país natal, Cuba. Estudiante de Pedagogía en la Habana y luego estudió en París donde sigue viviendo en la actualidad.
"El pie de mi padre" es un libro extraño, o mejor dicho, es raro, muy raro. Trata de la vida en la Habana post revolucionaria y en manos de Fidel Castro, de una Habana venida a menos, siendo solo la sombra de lo que llegó a ser. Una Habana dónde la pobreza, la miseria y el malvivir está a la orden del día. Todo eso hace que hasta los más nostálgicos y revolucionarios tengan la intención de salir del país, sea como sea.La trama del libro no tiene una continuidad temporal, va dando saltos en el tiempo, hacia delante y hacia atrás, eso sí, con un ligero avance en el tiempo pasando de la niñez a la edad adulta de la protagonista. Estos flashbacks hacen difícil la lectura del libro, pero la lectura es mucho más complicada si tenemos en cuenta que tampoco utiliza una linialidad entre la realidad y la ficción, así, la novela transcurre sin diferenciarse entre la vida real y lo que se imagina la desdichada protagonista.
Esta trama nos refleja mediante la vida y las invenciones de la protagonista, Alma Desamparada, las catastróficas consecuencias de la revolución cubana y así la realidad es una crítica de lo que por desgracia es la Habana hoy en día, y la imaginación de Alma Desamparada es un reflejo de lo que Zoé Valdés cree que debería haber sido Cuba y La Habana.
La niña, Alma Desamparada nunca ha visto a su padre y cada día sueña con encontrarlo. Para conseguirlo deberá ver los pies a los hombres que conozca durante su vida, ya que es lo único que recuerda de su padre. Un poco una historia a lo cubano del cuento de la Cenicienta. Una vez encuentre a su padre, Alma Desamparada habrá descubierto el amor y el cariño que nunca ha recibido por parte de nadie más y conseguirá al fin la felicidad.
Es un libro de los que se hacen difíciles de leer con una trama que no engancha a no ser que nos interese mucho la desventura de la Cuba actual. Y para esa gente es para la que la historia puede llegar a ser interesante, para los amantes de Cuba y a los preocupados por su situación.
Los afortunados que hemos podido disfrutar de la Habana hemos podido ver como la ciudad debía ser de un lujo y esplendor impresionante a principios del siglo pasado, pero que ya a finales del pasado siglo y en el principio de este el denominador común de la ciudad y el país es la pobreza y la decadencia. Con los grandes y lujosos edificios todos destartalados, sin pintar y sin mantenimiento de ningún tipo. Las calles están mal asfaltadas y los coches están destartalados a más no poder. Todo ello combinado con los únicos edificios que siguen en buen estado, los gubernamentales. Pero la decadencia de las infraestructuras no tiene nada que ver con la decadencia de la gente, viviendo en la miseria y dispuesta a arriesgar su vida y la de su familia por encontrar una vida mejor en los Estados Unidos.
Los personajes de la historia de Zoé Valdés no acaban de mostrar, según mi forma de verlo, los habitantes de la Habana hoy en día, ya que la escritora al querer demostrar la pobreza que hay llega a una exageración extrema que forma unos personajes esperpénticos y poco creíbles.
La complejidad de la narración de la escritora junto a esas exageraciones en la trama hacen que la finalidad del libro quede diluía al hacer verdaderos esfuerzos para entender lo que uno está leyendo.
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