El sempiterno héroe de Cussler, Dirk Pitt, vuelve con su inseparable compañero Al Giordinao a salvar la humanidad de un industrial hambriento de poder confabulado con un déspota mientras resuelve algún que otro misterio de la historia durante su aventura. Pitt también encuentra Eva Rojas, una miembro de la Organización Mundial de la Salud que estaba investigando una misteriosa epidemia que está amenazando en el Sahara, cuando acaba de ser víctima de un ataque terrorista. Luego, la NUMA envia a Pitt y a Giordino al río Niger en un barco de guerra a encontrar la fuente origen de la toxina que está generando una marea roja con microorganismos que se están reproduciendo sin control, amenazando con envenenar los océanos y dejar a los habitantes de la tierra sin reservas de oxígeno. Ambos son capturados por el diabólico magnate Yves Massarde y su déspota compañero de Mali, el tirano Gen Kazim. La factoría que Massarde tiene en el desierto es la generadora de la basura que contiene las toxinas, además de otros residuos químicos y nucleares. Después de escaparse y volver a ser capturados, Pitt y Giordino son enviados a un campamento de esclavos de Kazim en el desierto, donde reencuentran a Eva y su equipo, amenazados de muerte. Su única escapatoria está en una descabellada huída por el desierto del Sahara. Cussler defiende los temas ecológicos con brío así como no olvida su romance con los hechos históricos con la búsqueda de un barco confederado de la guerra civil americana varado en la arena, cercano a los restos de un avión perdido en los años 30. Alguien juicioso pondría reparos en la narrativa, pero tiene mucha gracia poniendo a los espadachines contra los más malos de los villanos.
Adaptación de Publishers Weekly
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