La oportunidad de rescatar a dos buceadores en un sumidero peruano lleva a el héroe de la saga, Dirk Pitt en la búsqueda de un tesoro perdido que implica a asaltantes de tumbas, ladrones de arte y maldiciones ancestrales. Esta aventura de Cussler trata sobre terroristas que no son realmente terroristas y un respetado arqueólogo que no es lo que aparenta. Todo ello desemboca en una carrera entre Pitt y unos sinvergüenzas sin escrúpulos por un remanente de oro de los Incas que se salvó de la colonización española y que estaba perdido desde el siglo XVI. Los villanos, una sociedad de contrabandistas de arte llamados Solpemachaco, quieren conseguir el Cuerpo de Oro de Tiapollo, que contiene en sus jeroglíficos, la descripción del mapa del tesoro de los Incas. Pitt acaba buscando una cajita de jade que contiene un quipu, una pieza de metal y oro Inca que muestra el camino hacia el tesoro. La cajita fue robada a los indios por los españoles, a los que luego les robó Francis Drake para que finalmente acabara perdida en medio de la jungla Suramericana. Sin embargo, y como saben los asiduos a las aventuras de Pitt, una pista perdida desde hace más de 400 años no es un impedimento para nuestro héroe. El maestro del suspenso, Clive Cussler, mantiene la acción en su máximo explendor mientras surfea por las increíbles conspiraciones y coincidencias en una historia más o menos creíble. Es una pura historia de evasión, con un buen toque de humor como el cameo en el que él mismo se caracteriza, pero, como siempre, el standard pasa a ser el entretenimiento.
Adaptado de Publishers Weekly
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